Cafés Sierra de Segura fue fundada en 1980 por una pareja de jóvenes emprendedores (Manuel y María) que volvían de Valencia decididos a probar suerte aquí, en su tierra. En concreto, en la localidad de Puente de Génave, donde están establecidos desde entonces con un negocio muy atípico en esta tierra donde el olivar, el aceite de oliva, la agricultura y la ganadería en general, son protagonistas onmipresentes. Con todas las dificultades del mundo que tiene emprender una aventura empresarial, los inicios de Cafés Sierra de Segura no fueron fáciles y, en el caso de Manuel y María, casi surrealistas: un mundo lleno de incertidumbre, estrés y muchas complicaciones que fueron llegando por sorpresa, la peor de todas, cuando a Manuel le diagnostican alergia al café, situación que complicó bastante la viabilidad del negocio donde habían puesto no solo sus ahorros sino también su empeño y su ilusión. Pero tras mucho esfuerzo y un gran entusiasmo consiguieron salir adelante. Con el paso del tiempo fue creciendo la aceptación del producto, Cafés Sierra de Segura pasó a formar parte de los desayunos, las meriendas, las celebraciones de muchos vecinos de esta provincia y ello animó a la familia a ir incorporando nuevos productos a sus referencias, poco a poco, consolidando así una empresa que ahora cumple sus nada más y nada menos que 33 años de vida y que da paso a una segunda generación de emprendedores, la siguiente generación de María y Manuel encarnada en sus hijos, que llegan con mucha fuerza y con un único fin: luchar por mantener lo que tanto ha costado conseguir a la familia.